14 julio 2009

Hoy

En esta espera me encuentro. Pienso en la perversión que hay en el desencuentro del cuerpo en el espacio. Pienso en los corazones que van limpiando con lágrimas sus heridas y en los monitos sordos, ciegos y mudos en que nos convertimos.

Como duele hablar y que no se escuchen las palabras, que como en los sueños uno grite y no alcancen los pulmones. Que nada de lo que escuchan los oídos sirva, todo es otro idioma, otras letras, otras formas. No ver, como un ciego, sin colores, sin mar, sin cielo. Sólo el cielo en llamas que se vuelve tornado y nos envuelve.

Como cuando una planta muere, todas las gotas de rocío ya no caen por sus hojas suaves hasta depositarse en la tierra. Se hacen barro al amanecer.

Ahora se lo que es perder dice Gustavo. Cuanta verdad esconden esos acordes. Ahora lo se. Ya no estalla el alma, ya no hay puente.

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