04 agosto 2010

Por la ventana y en el bondi

Un momento de la vida. Un instante para alejarme y ver la juventud. Verme mujer. Ver todo el camino que me rodea, que hay que transitar. Saberme conciente y sin embargo verme atada a mi inevitabilidad. Ni una vida, por completo nueva, alcanzaría para aprender de los errores.

En apenas poco tiempo aprendí que no somos ajenos a aquello que nos rodea, nuestra sociedad. Ni siquiera podemos ser un mínimo objetivos ante ella. Somos producto y reproductores. Somos medio y descarte.
Pesa, esta posmodernidad que nos cae encima, que nos aplasta y nos deja pegados al suelo de este tiempo.

Nací creyendo en ideales, creciendo entre aquellos muertos de utopías. Quienes realmente creían en la libertad. Hoy, cuando veo sus rostros muertos vivos, me entristezco. Sólo buscaban justicia nuestros padres y cual truco de magia los barrieron. Nos los quitaron. Nos robaron el futuro, nuestra vida. En el recuerdo no nos los podrán borrar.

¿Qué nos han dejado? A más de uno escuché decir que no creía en la discusión. Sólo esbozan quejas sin compromiso. ¿Sólo esto habremos aprendido?

Claro que si vimos morir a nuestros padres por sus ideas ¿Cuan osados seremos en atrevernos a pensar? ¿Y quién nos convencerá ahora de que los ideales existen?. Es peligroso creerlos. ¿Adonde más nos llevarán si no a la frustración de la realidad?. Sólo una generación frustrada y sin compromisos.

Tal vez, sería más fácil vivir (a pesar de los ideales) por vivir, por lo que nos tocó. Si pudiera ser algo natural. Si viéramos en nuestras manos la herramienta para dar vuelta la hoja, a otra menos pesada.

1 comentario:

  1. Cuando estoy viajando en el bondi es en el momento en el que más pienso en todo lo que me rodea. Es como que me pongo en 3era persona. Y si escucho música mejor.- Beso

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A veces hay caminos y lugares que se cruzan... contame que pensás vos.