Quiero empezar con una reflexión. Me equivoqué. Sí, me equivoqué y lo reconozco.
Soy una persona muy soberbia... y me cuesta reconocer cuando me equivoco. Los que me conocen lo saben. Pero el resto piensa que no lo reconozco. Yo, todos los días me doy cuenta como me equivoco, pero me gusta la idea de andar por la vida seguro de lo que uno hace. Entonces doy esa
imagen.
Vil mentira.
Cuantas veces me han pedido que lo reconozca... miles... pero no claudico! Bah, no suelo claudicar. Pero ahora es todo distinto, este es el momento de sincerarme conmigo y decir "Cuanto me equivoqué!"
Me equivoqué cuando dije que uno no puede amar sin ser amado. Me equivoqué al creer que eso era posible.
Me equivoqué al pensar que la gente no te cambia. Ahora entendí que cuando alguien te quiere cambiar no lo logra... es como un mecanismo de defensa de la integridad propia... inconciente. Pero sin querer, sin que el otro te quiera cambiar, te cambia. Es un sólo segundo, un instante que te cambia la vida y chau. C´est fini.
Me equivoqué al pensar en el futuro y creer que con voluntad se puede. Sólo se puede hasta cuando uno puede.
Me equivoqué al creerte infinito, al confiar en esa mirada, que voy olvidando, y no quiero, pero quiero. Cuanto desconoce uno de lo que conoce. Y cuanto te conocía...
La vida tiene vueltas que uno no se las espera... adonde me querés llevar la puta madre!!??
No hay comentarios:
Publicar un comentario
A veces hay caminos y lugares que se cruzan... contame que pensás vos.