26 noviembre 2009
Una nueva joyita de Sabina
(...)
Ya ves
llegar a fin de mes
no era con ella asunto de dinero
se trataba más bien de merecer
un tren de pasajeros,
el tsunami de un mar hecho mujer
dispuesto en cada ola a renacer.
Se llamaba Herejía
cómo voy a saber
si me engañaba cuando me mentía.
Maestra en confundir
al diablo y al rey de los altares,
me citaba en los bares
con fuegos malabares
y luego se olvidaba de acudir.
(...)
Ya ves,
llegar a fin de mes
no era firmar un parte de sucesos,
se trataba más bien de envejecer
huérfano de sus besos
con fantasmas que aprenden a
crecer,
abrazos que se mueren por volver,
Se llamaba utopía,
me gusta imaginar
que me engañó cuando se despedía.
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Siempre es un lujo este Gallego tan porteño. Un gran beso.
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